Sobre lo que iba a hablar ahora puede que ni siquiera sepa expresarme bien, supongo que será debido a que pretendo abordar un tema un poco depresivo y yo solo conozco esa palabra por encima, ¿cómo voy a saber hablar bien o mal de ella si solo nos conocemos de vista? Pero si voy a intentarlo. Se que existe, sé lo que significa e incluso algunas veces he padecido de ella en pequeñas dosis. Imagino que igual que todos, pero a mí a diferencia de muchos de nosotros no me dura apenas lo suficiente como para llegar a afectarme. Es un poco mosqueante por que me lleva a pensar que sólo siento a corto plazo y no creo que sea muy bueno esto para la mayoría de las ocasiones, aunque si lo sea para esta en concreto.¿No nos ha pasado alguna vez a todos que el mundo entero se nos queda pequeños? Creo que lo produce una sobredosis de rutina, pero no podemos escapar de ella, la vida de por sí es aburrida y de nosotros depende endulzárnosla. Y para ello hay miles de alternativas. A pesar de que fácilmente supiéramos ya todos esto, a veces nos entran rachas en que queremos que el universo se amolde a nuestra persona y esto, naturalmente, no ocurre nunca.
Debido precisamente a que nosotros tenemos la posibilidad de elegir como vivir, nos dan aires de protagonismo propio. Cuando llega ha llegado, las épocas en las que ya no nos llena nada ni nadie, en poco podemos estar centrados mucho rato y en general no puedes parar quieto en un mismo sitio. Es una sensación realmente contradictoria, quieres que cambie algo de inmediato, eso desde luego, pero a la vez quieres mantenerte apartado para que los que te rodean no noten lo egoísta que puedes llegar a ser al querer que el mundo cambie por y para ti.
Y quizás si cambie, después de todo nuestra pequeña revolución interior habría tenido un éxito que no esperábamos cuando nos dio por empezarla. Pero también puede que no ocurra lo deseado, que nada cambie. Después del paseo para mitigar el encierro o la rutina acabamos por volver a ella. Lo irónico de todo este asunto es que sin que te des cuenta tienes obligaciones que cumplir, conversaciones que mantener y entretenimientos tontos que te atraen irremediablemente (siempre nos quedará la mítica excusa de: lo hice por que no tenia nada mejor que hacer). Es precisamente la rutina lo que cura el problema que genera la rutina, o que al menos mitiga los síntomas muy eficazmente hasta que consigamos tiempo para nosotros mismos.¿Puede alguien explicarse que la causa del problema sea a la vez la solución del mismo? Si lo vemos así parece un ciclo, pero en ellos siempre es todo igual y aquí algo activa el detonador de nuestra pequeña locura a la cual debemos entregarnos de vez en cuando, mas que nada para que no se sienta sola.























Por que ser un conejo no es fácil.
Para terminar, sólo quiero aclarar que lo que yo critico es una relación vía Internet y no que este medio pueda servir como origen de alguna relación. Las palabras pueden atraernos, seducirnos y engañarnos con una facilidad asombrosa, solo hace falta un poco de habilidad en su uso. Por eso podemos llegar a sentirnos atraídos por alguien lejano a nosotros solo por las palabras, pensando en que me haría si estuviésemos juntos, como serian unas experiencias en común con esta persona o incluso llegar a desearla. ¿Habría alguna diferencia entre amar unas palabras y amar un libro? Sé que es un ejemplo muy tonto, la gente me dirá que un libro es una forma de expresión cerrada donde tu no puedes obtener una conversación en tiempo real. Y podría llegar a estar de cuerdo, pero en una sociedad tan avanzada tecnológicamente no es muy complicado pensar en algún programa de I.A. que fuese capaz de respondernos al instante de formularle una pregunta. De hecho ya existen y se esta trabajando en un interfaz mas actualizado de respuestas y fluidez de comentarios, siendo así, ¿existe alguna diferencia entre una relación por ordenador y una relación con un ordenador?
Pensando así no es difícil suponer la pregunta que más pronto nos asalta desarmados por retaguardia, ¿es más importante cada una de las piezas que nos forman o el bonito resultado del puzzle final? Es decir, ¿podemos justificarnos de nuestras acciones por los pequeños o grandes motivos que nos lleven a hacerla o simplemente por la acción en sí y sus respectivas consecuencias? Aquí el orden de los factores si altera el producto por que muchas cosas cambian dependiendo del cristal con el que las miremos.


El tiempo siguió fluyendo y más rápidamente de lo que me imaginaba encontré un nuevo camino, el cual también se acabó por convertir en una carretera. Pero este era diferente y tenia mas sorpresas desde luego. No sé que había pasado al salirme de mi antigua carretera el año anterior pero creo que gracias a eso ahora podía ver el final de la nueva carretera, o como mínimo podía imaginármela con mucha claridad. Teniendo ahora el objetivo tan a mi alcance no iba a estropearlo queriendo ir demasiado rápido. Y así, como pensaba que iba a ser, fue. Mi camino terminó y al final de él solo había una ilusión de satisfacción, ¿o era real después de todo? Si lo era también era pasajera. Por que resulta que una vez llegados a ese punto en apariencia final solo queda la elección. Si, algo que yo no sabia y que desde luego no me esperaba. No era el final aun, pero claro, ¿cómo iba a ser lo? Ni siquiera había conseguido los objetivos que pensaba que buscaba aun y ahora el camino se separaba. Una bifurcación que separaba mi carretera, en la que tan conforme había estado, en pequeños e innumerables caminos. Cualquiera podía ser bueno, cualquiera podría hacerme feliz, pero cualquiera de ellos me separaría de nuevo de la gente que circulaba en mi carretera.



Sola una escasa minoria son precursores de cambios, pero al elegir un camino en el que las costumbres y la tradicion no existen saben que el precio a pagar por obtener su libertad es muy alto. ¿Que posiblidad de resitencia al sistema o de revolucion puede sobrevivir en una region donde alguien que piense y decida por si mismo es juzgado y sentenciado? ¿Es este el grado de libertad que la propia opresion nos hace necesitar? ¿Al margen de la libertad que ni siquiera desean queda algo mas en la persona que un exclavo agradecido gracias a su autocomplacencia? La maquinaria opresiva de esta cultura se engrasa con el automatismo de su sociedad, hombres masa.




